Las empresas británicas están intensificando sus esfuerzos para que se apruebe una legislación que prohíba a las corporaciones usar inteligencia artificial (IA) para analizar expresiones faciales y tonos de voz en los procesos de contratación. Esta medida surge como respuesta a la creciente preocupación de que dichas prácticas puedan conducir a discriminación y errores en la evaluación de candidatos.

Una de las asociaciones empresariales más importantes de Reino Unido, que representa a casi 6 millones de trabajadores, argumenta que las tecnologías de IA, utilizadas para interpretar microexpresiones y patrones vocales, carecen de la sensibilidad necesaria para comprender el contexto y la individualidad humana. "El uso de IA en las entrevistas de trabajo puede perpetuar sesgos y excluir a candidatos calificados basándose en criterios superficiales e inexactos", afirmó su portavoz, Kate Bell.

 

Riesgos

Estudios recientes demuestran que las herramientas de IA utilizadas en los procesos de selección pueden amplificar sesgos preexistentes. Por ejemplo, si una IA ha sido entrenada con datos sesgados, podría favorecer a ciertos grupos demográficos sobre otros, perpetuando la discriminación sistémica. Además, la interpretación de expresiones faciales y tonos de voz puede variar significativamente entre culturas, lo que aumenta el riesgo de decisiones injustas.

Las uniones británicas sostienen que estas prácticas tecnológicas pueden resultar en la exclusión de candidatos que no se ajustan a los perfiles "ideales" definidos por algoritmos, pero que, no obstante, poseen las habilidades y experiencias necesarias para desempeñar los roles de manera efectiva.

En respuesta a estas preocupaciones, las asociaciones piden una mayor transparencia en los procesos de contratación y una mayor supervisión del uso de tecnologías de IA. Proponen que se implemente una ley que requiera a las empresas informar a los candidatos cuando se utilicen herramientas de IA en su evaluación y proporcionar alternativas humanas para aquellos que lo soliciten.

"Es fundamental que los candidatos sean evaluados por su potencial y capacidades, no por un algoritmo que no puede captar matices importantes de la interacción humana", declaró el líder de la asociación mayoritaria.

 

Impacto

El debate sobre el uso de IA en las contrataciones refleja un dilema más amplio sobre el papel de la tecnología en el lugar de trabajo. Mientras algunas empresas argumentan que la IA puede ayudar a hacer el proceso de selección más eficiente y objetivo, las asociaciones y los defensores de los derechos de los trabajadores advierten sobre los riesgos de deshumanización y la pérdida de oportunidades para aquellos que no se ajustan a los moldes predefinidos por la tecnología.

La legislación propuesta también busca proteger a los trabajadores actuales, asegurando que sus expresiones faciales y tonos de voz no sean monitoreados de manera invasiva para evaluar su desempeño o lealtad a la empresa.

Las asociaciones están trabajando en estrecha colaboración con legisladores para avanzar en esta propuesta de ley. Han convocado a audiencias públicas y debates parlamentarios para discutir los impactos potenciales de la IA en el mercado laboral y la necesidad de regulaciones más estrictas.

"Nuestro objetivo es asegurar que todos los trabajadores tengan una oportunidad justa y equitativa de demostrar sus capacidades sin ser prejuzgados por tecnologías imperfectas", concluyó Bell.

La medida ha recibido un apoyo mixto del público y de las empresas. Mientras algunas organizaciones empresariales están abiertas al diálogo sobre el uso ético de la IA, otras argumentan que la regulación excesiva podría inhibir la competitividad en un mercado global.