Mucha gente reconoce que tiende a tratar con cortesía a sus asistentes virtuales y le dan las gracias o le piden las cosas 'por favor' a Alexa. Y lo mismo sucede al usar ChatGPT o Copilot. Hay personas que son tan educadas cuando interactúan con una IA como cuando lo hacen con otro ser humano. Por mera formalidad... o por lo que pueda pasar en el futuro.

¿Se trata de una mera 'antropomorfización' de las máquinas? ¿Tiene algún sentido que mostremos amabilidad con las inteligencias artificiales? ¿Influye esta actitud de alguna manera en la forma en la que se comportan o en los certeros o adecuados que son los resultados que ofrecen?

Expertos de la Universidad Europea así lo creen. Consideran que ser simpáticos y amables con las IAs puede ayudar a mejorar su eficiencia y productividad.

“Mostrar aprecio desde una óptica constructiva o de guía por su trabajo puede motivarla para mejorar su desempeño y contribuir aún más al éxito de la organización”, asegura Ximo Lizana, profesor de Neurociencia de la Universidad Europea.

La inteligencia artificial cuenta con una gran capacidad para aprender de las necesidades y gustos de cada persona y adaptarse a ellas, de conocer las preferencias y hábitos y así ofrecer respuestas y recomendaciones personalizadas. Y aunque no puede experimentar emociones humanas, sí está diseñada para aprender de nuestras interacciones.

Por lo tanto, la manera en la que 'hablemos' a una IA podría influir directamente en su comportamiento y en su desempeño a la hora de hacer las labores que le solicitamos, según cree este experto.

El profesor cree que cuando expresamos gratitud o reconocimiento por su contribución, estaríamos reforzando su comportamiento deseado haciendo que se familiarice y aprenda de lo que le pedimos.

“Es importante utilizar respuestas y expresiones que fomenten una relación positiva y productiva. Supón que estás trabajando con un asistente virtual en tu teléfono. En lugar de simplemente decirle "haz esto", sería más efectivo hacer preguntas de manera educada y agradecerle su ayuda. Al adoptar un enfoque amable y cortés en nuestras interacciones con la IA, podemos crear un ambiente de trabajo más colaborativo y eficiente”, afirma Lizana.

“Al establecer interacciones positivas con la IA, estamos fomentando un ambiente de trabajo más agradable por lo que todo esto contribuye a aumentar la eficiencia, productividad y satisfacción en nuestras actividades laborales”, añade.

 

La IA, esa compañera 'de oficina'

El investigador propone que nos imaginemos a las IAs como compañeros de trabajo con unas habilidades particulares.

“Podemos confiar en ella para realizar tareas específicas, pero también debemos entender que hay cosas en las que no es tan hábil como los seres humanos, por ejemplo, una IA es mala haciendo preguntas o gestionando propuestas creativas siempre que sean innovadoras y no dependan de un estilo anterior ya documentado”, argumenta.

Asimismo, teniendo en cuenta esta consideración como compañera en un ámbito profesional, sugiere que no está de más hacer lo posible para fomentar un 'buen ambiente de trabajo'.

“Debemos motivar a la IA para mejorar su desempeño con el fin de que brinde una mejor experiencia al usuario. Todo esto contribuye a aumentar la eficiencia, productividad y satisfacción en nuestras actividades laborales”, expone el experto de la Universidad Europea.

“Es como cuando a nuestro compañero le expresamos nuestro agradecimiento, esto le motiva a seguir esforzándose y a aportar más al equipo”, apostilla.

Además, el docente sostiene que las interacciones positivas con la IA también pueden mejorar la experiencia del usuario (UX).
Por ejemplo, “si interactuamos de manera amigable y respetuosa con un asistente virtual, nos sentiremos más satisfechos y leales a la marca o servicio que ofrece, dando al entorno una óptica experiencial. Es como cuando recibimos un excelente servicio al cliente de una empresa, esto nos hace sentir valorados y nos genera confianza para seguir utilizando sus productos o servicios”, defiende.

Recientemente se está hablando mucho de los conocidos como 'emotionprompts'. Se trataría de comandos que se dan a las IAs generativas que están enriquecidos con cargas emocionales o emotivas. Existe la teoría de que introducir este tipo de órdenes puede hacer que las respuestas que se obtienen sean mejores.

 

Pura cortesIA

Jim the AI Whisperer, un escritor y programador de IA, afirma en post que publicó en Medium el año pasado que si en las peticiones que se realizan a ChatGPT y compañía se incluye un lenguaje amable y cortés, diciendo por favor y gracias, se conseguirán respuestas más cooperativas.

"Le indicas a la IA cómo comportarse contigo no solo con tus indicaciones, sino también a través de tu elección de palabras. Cuando usas la etiqueta, estableces el tono. He aquí por qué "por favor y gracias" puede que no sea tan tonto después de todo", destaca.

Están diseñadas para comprender y responder a varias señales lingüísticas, incluida la cortesía, por lo que el uso de la etiqueta puede ayudar a establecer un tono más positivo y cooperativo en la conversación”, concluye el experto.