La Inteligencia Artificial redefinirá el cuidado de la salud durante 2024 con nuevas formas de diagnóstico, apoyado por profesionales y nuevos estudios en diferentes campos. Esta integración de la IA en los flujos de trabajo clínicos, la gestión de datos y los procesos administrativos marcará un cambio significativo del estado actual hacia un futuro impulsado por la tecnología.

Para 2024, los sistemas de salud de todo el mundo estarán utilizando IA e integrándola en procesos operativos centrales. Algunas motivaciones que llevarán a tales integraciones incluyen la optimización del cuidado del paciente, la minimización de la sobrecarga administrativa y la mejora de la gestión de datos. Las tendencias de la IA incluyen el uso significativo, un salto en la explicabilidad de la IA y modelos de pago avanzados.

 

El "uso significativo" de la IA

Ronen Lavi, CEO y fundador de Navina, uno de los principales desarrolladores de IA para atención primaria, cree que el uso de la IA en el cuidado de la salud será efectivo cuando sea "significativo", es decir, cuando esté integrado de manera que mejore la toma de decisiones clínicas y el cuidado del paciente. En 2023, la IA comenzó a infiltrarse en los flujos de trabajo de atención médica convencional, permitiendo a los médicos dictar, gestionar tareas y tomar decisiones clínicas en el entorno. El objetivo para este 2024 es el mismo, pero con la IA proporcionando una visión completa de los datos del paciente, mejorando la calidad y seguridad del cuidado.

Los reguladores deberían impulsar la adopción de sistemas de IA que proporcionen datos resumidos e informativos a los equipos médicos. Si se incentiva, los sistemas serán ampliamente utilizados y se convertirán en estándar en varias áreas de la atención médica.

El único problema existente para que esto suceda es la protección de datos del paciente y la gestión y uso responsable que se hará de esos datos. Algo que gobierno y reguladores deberán tener en cuenta para trabajar en pos de un estándar.

Junto con la transparencia y la claridad en la operación, esto debería asegurar que la IA apoye, pero no reemplace, al médico humano. En su esencia, el enfoque debería estar en la relación entre el médico y el paciente, con la IA complementando el juicio humano.

La insistencia del presidente Biden en la regulación y responsabilidad en relación con la IA solo subraya la necesidad urgente de claridad y comprensibilidad en relación con los sistemas de IA. Estos sistemas deben proporcionar a los médicos conocimientos fiables, pero lo más importante es que deben tener la autoridad final para tomar decisiones.

Tanto los proveedores de atención médica como los planes de salud deberán continuar invirtiendo en tecnología para apoyar la atención basada en el valor. Estas herramientas avanzadas ayudarán al personal clínico a lidiar con nuevos flujos de trabajo y requisitos de documentación. También se anticipa que el cambio de modelos de tarifa por servicio a modelos basados en el valor será necesario para controlar los costes en aumento mientras se mejora la calidad de la atención.