Taiwan Semiconductor Manufacturing Co (TSMC), el mayor fabricante de chips a nivel mundial, ha alcanzado un valor de mercado de un trillón de dólares brevemente el lunes, superando todas las expectativas en el primer semestre del año. El crecimiento del 28% en este periodo se debe en gran medida a los avances en inteligencia artificial (IA), que han impulsado las ventas y el valor de la industria de semiconductores.

En el tercer mes del año, TSMC reportó ventas de 195.211 millones de dólares taiwaneses (6.059 millones de dólares), lo que representa un aumento del 34,3% en comparación con marzo de 2023. Este incremento se atribuye principalmente a la alta demanda de chips con capacidad de IA, especialmente por parte de clientes clave como Nvidia. La gigante taiwanesa, una de las empresas más valiosas de Asia, ha capitalizado esta tendencia tecnológica para aumentar considerablemente sus ingresos.

La empresa no solo ha visto crecer sus ventas, sino que también ha anunciado planes de expansión significativos. Recientemente, TSMC reveló una inversión de 6.600 millones de dólares en financiación directa y otros 5.000 millones de dólares en virtud de la Ley de Chips y Ciencia de Estados Unidos. Este capital se destinará a la construcción de una tercera planta de producción de microchips en el Estado de Arizona, diseñada para satisfacer la creciente demanda de sus clientes.

Esta nueva planta en Arizona forma parte de una estrategia más amplia de TSMC para aumentar su capacidad de producción y consolidar su posición en el mercado global. La Ley de Chips y Ciencia, que proporciona incentivos para la fabricación de semiconductores en Estados Unidos, ha sido un factor clave en esta decisión. Con esta expansión, TSMC busca asegurar un suministro constante de chips avanzados para sus principales clientes y mantener su liderazgo en la industria.

El éxito de TSMC también refleja una tendencia más amplia en el sector de los semiconductores, donde la inteligencia artificial está jugando un papel cada vez más importante. Los chips con capacidades de IA son esenciales para una variedad de aplicaciones, desde el procesamiento de datos hasta el desarrollo de tecnologías emergentes como el aprendizaje automático y la conducción autónoma.