Científicos de las universidades de Edimburgo y Dundee están llevando a cabo un ambicioso proyecto que podría revolucionar la detección temprana de la demencia. Gracias al acceso a más de 1,6 millones de escáneres cerebrales recopilados de pacientes en Escocia, estos investigadores esperan utilizar inteligencia artificial (IA) para predecir el riesgo de desarrollar demencia en individuos. El proyecto, denominado Scan-Dan, es parte de una colaboración global en investigación neurocientífica conocida como NEURii.

El equipo, compuesto por 20 investigadores, ha recibido un permiso sin precedentes para analizar una vasta cantidad de escáneres anónimos, recopilados a lo largo de una década, entre 2008 y 2018, durante cuidados clínicos rutinarios en Escocia. Esta es la primera vez que los científicos en el Reino Unido tienen acceso a un volumen tan significativo de datos, lo que podría abrir nuevas vías en la investigación de enfermedades neurodegenerativas.

La demencia, incluyendo el Alzheimer, se caracteriza por la acumulación de proteínas en el cerebro que dañan los tejidos y conducen al deterioro cognitivo. Estas alteraciones moleculares y celulares pueden comenzar muchos años antes de que los síntomas se hagan evidentes, lo que subraya la importancia de la detección temprana. La inteligencia artificial permitirá a los científicos analizar patrones y señales en los escáneres cerebrales que podrían estar relacionados con la aparición temprana de la demencia.

El profesor Emanuele Trucco, experto en IA y diagnóstico por imagen de la Universidad de Dundee, lidera el proyecto junto con el profesor Will Whiteley, del centro de ciencias cerebrales clínicas de la Universidad de Edimburgo. Trucco destaca que, aunque no se sabe con precisión qué se está buscando en los escáneres, el gran volumen de datos permitirá identificar patrones asociados con la demencia. "Incluso si no estamos completamente seguros de lo que estamos viendo en un primer momento, puedo predecir si alguien está en riesgo", explicó Trucco.

Protección de datos

El acceso a este tipo de datos no ha sido fácil. El Servicio Nacional de Salud de Escocia (NHS Scotland) y su Panel de Privacidad y Beneficio Público para la Salud y el Cuidado Social han supervisado estrictamente el proceso, asegurando que todas las imágenes estén completamente anonimizadas y que se respeten las implicaciones de privacidad y beneficio público. Este panel tiene la función de garantizar que cualquier investigación propuesta tenga un propósito claro y beneficioso para la sociedad, y que la confidencialidad de los pacientes sea prioritaria.

Uno de los objetivos clave del proyecto Scan-Dan es desarrollar herramientas que puedan asistir a los radiólogos en la detección temprana de la demencia. La posibilidad de identificar a los pacientes en riesgo con anticipación podría cambiar radicalmente la forma en que se aborda el tratamiento y la gestión de esta enfermedad. "Actualmente, los tratamientos para la demencia son costosos, escasos y de valor incierto", comentó Whiteley. "Si podemos recolectar datos de un grupo grande de personas con alto riesgo y obtener su consentimiento para participar en ensayos, podremos empezar a desarrollar nuevos tratamientos más eficaces".

El impacto potencial de este proyecto ya está siendo reconocido, especialmente por aquellos que han experimentado la enfermedad de cerca. Willy Gilder, un experiodista de 71 años que fue diagnosticado con Alzheimer hace tres años, es un firme defensor de la detección temprana. "Si sabes que estás en riesgo, puedes hacer cambios que mejoren la salud de tu cerebro", señaló Gilder. Gracias a su diagnóstico temprano, Gilder ha adoptado un estilo de vida que incluye mantener una alta actividad mental, lo que podría ralentizar el progreso de la enfermedad. Además, subrayó la importancia de los nuevos tratamientos que están en desarrollo y que prometen ser más efectivos en las primeras etapas del Alzheimer.

Aunque el proyecto Scan-Dan aún está en una fase temprana, los investigadores esperan que para el próximo año se tenga una mejor comprensión del potencial de la tecnología y que, en unos pocos años, se pueda desarrollar un producto práctico que sea utilizado en la medicina clínica. Este tipo de investigación posiciona a Escocia y al Reino Unido a la vanguardia del uso de datos clínicos en la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas, y podría representar un avance significativo en la mejora de la calidad de vida de quienes están en riesgo de demencia.