Microsoft ha decidido renunciar a su posición en el consejo de OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT, a pesar de la presión de la compañía fundada por Bill Gates, especialmente tras la reciente salida y regreso de Sam Altman. Esta decisión llega después de que Microsoft haya invertido 13.000 millones de dólares (aproximadamente 12.014 millones de euros) en OpenAI. La renuncia tiene efecto inmediato. Aunque se esperaba que Apple asumiera un papel de observador en la junta directiva de OpenAI como parte de un acuerdo para integrar ChatGPT en sus dispositivos, la compañía de Cupertino ha decidido no seguir adelante con esta participación.

Antimonopolio y reestructuración

La renuncia de Microsoft coincide con las investigaciones antimonopolio que están llevando a cabo las autoridades de la Unión Europea y Estados Unidos sobre la asociación entre Microsoft y OpenAI. En junio, la Comisión Europea anunció que estaba explorando la posibilidad de una investigación sobre esta fusión, mientras que la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos también ha comenzado a examinar las inversiones de grandes tecnológicas como Microsoft, Amazon y Google en nuevas empresas de inteligencia artificial generativa.

Microsoft ingresó a OpenAI aprovechando la destitución de Sam Altman. Tras ser despedido, Altman fue rápidamente captado por Microsoft, pero OpenAI, influenciada por una carta de cerca del 90% de su plantilla, revirtió la decisión y reinstaló a Altman como consejero delegado. Además, OpenAI nombró a Mira Murati como directora tecnológica y a Greg Brockman como presidente. La nueva junta directiva incluyó al ex consejero delegado de Salesforce, Bret Taylor; al ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, Larry Summers; y a Adam D’Angelo, cofundador y consejero delegado de Quora.

OpenAI ha confirmado que Microsoft seguirá teniendo presencia en la junta directiva, pero solo como "observador sin derecho a voto". "Tomamos la decisión correcta al asociarnos con Microsoft y estamos entusiasmados de que nuestra nueva junta los incluya como observador sin derecho a voto", declaró la compañía creadora de ChatGPT.

 

Conflicto en OpenAI

El conflicto en OpenAI se originó cuando varios investigadores advirtieron a la junta directiva sobre una inteligencia artificial que podría representar una amenaza para la humanidad. Estos descubrimientos llevaron a la destitución de Sam Altman, motivada también por preocupaciones sobre la comercialización de avances tecnológicos sin comprender plenamente sus consecuencias.

Tras el caos generado por el despido de Altman, y su posterior reinstalación, OpenAI reestructuró su consejo de administración. La junta directiva actual está compuesta por Bret Taylor, Larry Summers, Fidji Simo (CEO de Instacart), Nicole Seligman (ex-EVP de Sony), Dr. Sue Desmond-Hellmann (ex-CEO de la Fundación Bill y Melinda Gates), Paul Nakasone (ex jefe de la NSA), Adam D'Angelo y el propio Sam Altman.

Mientras tanto, Apple, que había considerado un papel equivalente al de Microsoft en la junta directiva, finalmente ha descartado esta posibilidad. OpenAI, bajo el liderazgo de la directora financiera Sarah Friar, está estableciendo un nuevo enfoque para involucrar a socios estratégicos clave como Microsoft y Apple, así como a inversores como Thrive Capital y Khosla Ventures, intentando mantener una relación oficial pero distante.