El uso de videos manipulados con inteligencia artificial, conocidos como deepfakes, ha generado preocupación en Ecuador tras la aparición de clips falsos que involucran a figuras políticas. Recientemente, videos con imágenes de los ministros de Finanzas y Energía, Juan Carlos Vega y Roberto Luque, fueron utilizados para promocionar negocios fraudulentos, alertando a la población sobre este peligroso fenómeno.

Los deepfakes son videos en los que se altera la apariencia y voz de una persona para que parezcan reales. Esta tecnología, basada en algoritmos de aprendizaje automático, ha avanzado considerablemente, dificultando la identificación de los videos falsos. En Ecuador, estos videos no solo han afectado a políticos, sino también a periodistas y figuras públicas, creando desinformación y potenciales estafas.

En un video en redes sociales se veía a presentadores del noticiero de Ecuavisa promocionar "proyectos de inversión" y tuvo que ser el propio canal de televisión el que, con un reportaje, dejase claro que se trataba de una noticia falsa.

El fenómeno de los deepfakes no es exclusivo de Ecuador. Internacionalmente, figuras como el expresidente estadounidense Barack Obama han sido objeto de estos montajes, demostrando la capacidad de la tecnología para engañar al público. En América Latina, cuentas de redes sociales como DeepFakesAR en Argentina utilizan esta tecnología con fines humorísticos, aunque dejan claro que se trata de videos falsos.

Sin embargo, en Ecuador, el uso malicioso de deepfakes ha generado mayor preocupación. En un vídeo (ya retirado) de YouTube con el nombre de "El camino hacia un futuro innovador" se pretendía mostrar tanto al presidente Daniel Noboa como al ministro encargado de Energía de entonces, Roberto Luque, promocionar un negocio de dudosa estructura. Esto tampoco era cierto.

La alarma social que están produciendo este tipo de vídeos está provocando que muchos ciudadanos estén, por un lado, difundiendo estos deepfakes como verdaderos y levantando una alarma social ante muchas de las falsedades que en ellos se cuentan y que se dan por verdades.

La proliferación de estos videos destaca la necesidad de herramientas y métodos efectivos para detectarlos.

 

Identificar un deepfake

Identificar un deepfake puede ser complicado, pero hay señales que pueden ayudar:

Movimientos extraños: Los rostros en los deepfakes pueden moverse de manera antinatural.

Sincronización de labios: Los labios pueden no coincidir con las palabras o moverse durante ruidos.

Tono de voz: La voz puede carecer de variaciones naturales.

Color de piel: Puede haber inconsistencias en el contorno del rostro.

Fuente del video: Videos con pocas vistas y no compartidos por cuentas verificadas son sospechosos.

Para aquellos que sospechan de un video, buscar palabras clave en Google puede ayudar a verificar su autenticidad. Además, plataformas como Deepware ofrecen servicios de detección de deepfakes, útiles para videos publicados en redes sociales.