El Congreso de Sindicatos Británicos (TUC, por sus siglas en inglés) ha lanzado una campaña para exigir una nueva legislación que proteja a los trabajadores del uso de herramientas de inteligencia artificial (IA) en los procesos de contratación, despido y gestión. Esta solicitud se produce en un momento de creciente preocupación por el impacto de la IA en el lugar de trabajo y la falta de regulación adecuada para abordar estos desafíos.
El TUC, que agrupa a 48 sindicatos y representa a aproximadamente 5.5 millones de trabajadores, ha desarrollado un proyecto de ley "listo para implementarse" que propone actualizar la legislación laboral del Reino Unido para adaptarse a la era de la IA. Este proyecto llega mientras la Unión Europea avanza con regulaciones más ambiciosas y amplias sobre el uso de la IA.
Kate Bell, secretaria general adjunta del TUC, expresó: "La IA ya está tomando decisiones que cambian la vida en el lugar de trabajo. Necesitamos urgentemente establecer nuevas salvaguardias para proteger a los trabajadores". Bell advirtió que el Reino Unido no puede permitirse el lujo de quedarse atrás y convertirse en un caso atípico internacional en cuanto a la regulación de la IA en el ámbito laboral.
El TUC sostiene que la implementación de sistemas de IA sin la supervisión adecuada puede perpetuar sesgos y llevar a la discriminación. Por ejemplo, si una IA es entrenada con datos sesgados, podría favorecer a ciertos grupos demográficos y discriminar a otros, perpetuando la discriminación sistémica. Además, la interpretación de las expresiones faciales y tonos de voz puede variar significativamente entre culturas, lo que aumenta el riesgo de decisiones injustas.
Propuestas
El proyecto de ley del TUC incluye varias medidas para garantizar una mayor transparencia y equidad en el uso de la IA en el trabajo. Entre las propuestas se encuentran:
- Las empresas deberán consultar a los trabajadores antes de introducir cualquier sistema de IA diseñado para tomar decisiones de "alto riesgo" y explicar cómo se utilizarán.
- Se creará un derecho legal para que los solicitantes de empleo y los trabajadores puedan solicitar una auditoría humana de las decisiones tomadas por la IA.
- Se prohibirá el uso de tecnologías de reconocimiento emocional, calificadas por el TUC como "pseudociencia".
- Se establecerá un nuevo derecho para que los trabajadores puedan "desconectarse" del correo electrónico fuera de su horario laboral, similar a las medidas implementadas recientemente en países como Francia e Irlanda.
El debate sobre el uso de la IA en las contrataciones y la gestión laboral refleja un dilema más amplio sobre el papel de la tecnología en el lugar de trabajo. Mientras algunas empresas argumentan que la IA puede ayudar a hacer el proceso de selección más eficiente y objetivo, los sindicatos y defensores de los derechos de los trabajadores advierten sobre los riesgos de deshumanización y la pérdida de oportunidades para aquellos que no se ajustan a los perfiles definidos por la tecnología.
La legislación propuesta también busca proteger a los trabajadores actuales, asegurando que sus expresiones faciales y tonos de voz no sean monitoreados de manera invasiva para evaluar su desempeño o lealtad a la empresa.
El TUC está trabajando en estrecha colaboración con legisladores para avanzar en esta propuesta de ley. Han convocado a audiencias públicas y debates parlamentarios para discutir los impactos potenciales de la IA en el mercado laboral y la necesidad de regulaciones más estrictas.
Neil Ross, director asociado de políticas en TechUK, reconoció la necesidad de regular las aplicaciones de mayor riesgo de la IA en el trabajo, pero expresó su preocupación de que no se haya encontrado el equilibrio adecuado para lo que ahora es una tecnología muy común.
El gobierno de Reino Unido ha sido reacio hasta ahora a regular el desarrollo y la implementación de modelos de IA por temor a frenar el desarrollo tecnológico. Sin embargo, los ministros están considerando ahora poner límites a los modelos de IA de "propósito general" más poderosos.
El gobierno asegura que está "trabajando con empresas y reguladores en la adopción segura y responsable de la IA en el lugar de trabajo" y anunció un paquete de apoyo de 10 millones de libras para ayudar a los reguladores a "desarrollar las habilidades, la experiencia y las instituciones necesarias para asegurar que cualquier legislación sea lo más efectiva posible".