El regulador antimonopolio del Reino Unido, la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA), ha confirmado que está llevando a cabo una investigación formal sobre los vínculos de Amazon con la startup de inteligencia artificial Anthropic. Esto surge tras la reciente inversión de 4 mil millones de dólares que Amazon realizó en Anthropic, una empresa que desarrolla modelos de lenguaje de gran escala y un chatbot llamado Claude, similar a ChatGPT de OpenAI o Bard de Google.
Inquietudes por Fusiones Cuasi-Mergers
El auge en la industria de la IA ha llevado a que las grandes empresas tecnológicas adopten una estrategia múltiple para asegurar su posición en el mercado. Una de las principales preocupaciones es que estas empresas están siguiendo un enfoque de "cuasi-fusión", buscando controlar innovadores emergentes a través de inversiones estratégicas o contratando a los fundadores y equipos técnicos de startups. Esto les permite eludir el escrutinio regulatorio que implicaría una fusión o adquisición completa.
La CMA ya está preparando una investigación a gran escala sobre la asociación cercana entre Microsoft y OpenAI, debido a las significativas inversiones que Microsoft ha realizado en el desarrollador de ChatGPT a lo largo de los años. Además, en abril, la CMA reveló que estaba realizando investigaciones preliminares sobre tres acuerdos similares que involucraban a grandes tecnológicas, incluyendo la inversión de Microsoft en la startup francesa Mistral AI y la adquisición del equipo principal de Inflection AI.
El tercer acuerdo bajo revisión inicial involucra a Amazon y Anthropic. La CMA ha decidido avanzar con una investigación oficial de fase 1, lo que le da 40 días hábiles para determinar si la inversión de Amazon, que según la compañía no le otorga una participación mayoritaria en Anthropic, cumple con las regulaciones de fusiones y si podría dañar la competencia en el Reino Unido.
Un portavoz de Anthropic ha asegurado que sus "asociaciones estratégicas y relaciones con inversores" no comprometen su capacidad para trabajar con otras empresas ni su independencia en la gobernanza corporativa. La CMA tiene hasta principios de octubre para decidir si aprueba el acuerdo o si avanza a una investigación más profunda.
Esta investigación refleja las crecientes preocupaciones sobre el impacto de las inversiones de grandes tecnológicas en la competencia y la innovación dentro de la industria de la inteligencia artificial.