Foxconn, uno de los principales fabricantes tecnológicos, ha confirmado la construcción de la mayor fábrica de chips para NVIDIA a nivel mundial, ubicada en México. La planta se centrará en la producción de los superchips GB200, esenciales para la próxima generación de inteligencia artificial de NVIDIA, conocida como Blackwell. Así lo aseguró Benjamin Ting, vicepresidente senior de Foxconn, en declaraciones a Reuters, subrayando que esta nueva infraestructura será la más grande del planeta dedicada a la fabricación de estos avanzados procesadores.
La ubicación estratégica de México y su proximidad a los Estados Unidos son factores clave que motivaron la decisión de Foxconn. Esta nueva planta busca satisfacer la creciente demanda global de chips para la industria de IA, un sector que experimenta una rápida expansión. El presidente de Foxconn, Young Liu, también confirmó la magnitud del proyecto, sin proporcionar detalles adicionales sobre la inversión ni la localización exacta.
El auge de la IA impulsa la construcción de la nueva planta
El crecimiento exponencial en la demanda de procesadores para inteligencia artificial ha sido determinante en la decisión de Foxconn de expandir su capacidad de producción en México. NVIDIA, que no fabrica directamente sus propios chips, depende de socios como Foxconn para abastecer a sus clientes. "La demanda es increíblemente grande", explicó Ting, quien también destacó que las nuevas instalaciones estarán equipadas con tecnologías avanzadas, como sistemas de refrigeración líquida, necesarios para la infraestructura de los servidores GB200.
Foxconn ya cuenta con una presencia significativa en México, con instalaciones en Tijuana y una inversión de más de 500 millones de dólares en el estado de Chihuahua. Sin embargo, la empresa considera que estas infraestructuras no son suficientes para cubrir la demanda actual, especialmente con la revolución de la IA en curso.
Nearshoring y diversificación: oportunidades para México
El nuevo proyecto de Foxconn en México no solo representa una apuesta por la expansión de su capacidad en el sector de chips, sino que también refuerza una estrategia de nearshoring. Este enfoque, que permite ensamblar productos en México para luego exportarlos a mercados clave como Estados Unidos, ofrece una ventaja competitiva en términos de costos de distribución. La estrategia de nearshoring también ha sido considerada por otras empresas tecnológicas, como Tesla, que planea desarrollar una planta en Nuevo León con un enfoque similar.
Además de su compromiso con la industria de semiconductores, Foxconn ha comenzado a diversificarse hacia otros sectores, como el de los vehículos eléctricos, con su marca Foxtron. Aunque este mercado enfrenta una competencia creciente, la compañía ve oportunidades en la eliminación de barreras tradicionales de fabricación, lo que podría revolucionar la industria automotriz.