El huracán Helene ha causado estragos en varias zonas de Estados Unidos, pero no solo en el ámbito físico. En redes sociales, imágenes y vídeos falsos generados por inteligencia artificial están proliferando, aprovechando la tragedia para desinformar y manipular la opinión pública. Una de las fotos más virales, que muestra a una niña llorando con un cachorro durante una inundación, fue ampliamente difundida en plataformas como Facebook, X y YouTube, aunque es un deepfake generado por IA.
Desinformación y teorías conspirativas
La difusión de estas imágenes falsas ha sido utilizada por ciertos grupos con fines políticos, cuestionando las acciones de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA). Además, las plataformas afectadas, como Facebook y X, no han logrado frenar de manera efectiva la propagación de estas imágenes, que han sido etiquetadas con advertencias sobre su falsedad, aunque eso no ha impedido que sigan circulando.
El problema es más preocupante aún, ya que las imágenes falsas han comenzado a aparecer en páginas legítimas de información sobre los estados afectados por el huracán, como Carolina del Norte. Estas páginas, que deberían proporcionar actualizaciones útiles sobre el desastre, ahora están contaminadas por teorías conspirativas. Algunas sugieren que las inundaciones no fueron causadas por el huracán, sino por actividades humanas, como el desarrollo de infraestructuras relacionadas con el litio o la inteligencia artificial.
El desafío de las plataformas
A pesar de las advertencias y esfuerzos para alertar a los usuarios sobre la falsedad de estas imágenes, muchas personas, incluso figuras públicas, continúan compartiéndolas. El caso de Amy Kremer, del Comité Nacional Republicano, es un claro ejemplo: aunque se le indicó que la imagen que compartió era un deepfake, insistió en mantenerla porque, según ella, reflejaba el sufrimiento de las personas afectadas.
This picture has been seared into my mind.
My heart hurts💔😭 pic.twitter.com/SCwEMP0aXC
— Amy Kremer (@AmyKremer) October 3, 2024
Este tipo de situaciones destaca el creciente problema que representan los deepfakes y la incapacidad de plataformas como Facebook y X para controlarlos eficazmente. Con la evolución de la IA, es probable que el problema de la desinformación se intensifique en el futuro.