Supermicro, uno de los grandes beneficiados por el auge de la inteligencia artificial generativa a principios de año, enfrenta ahora un grave desafío. El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés) ha abierto una investigación sobre la empresa, lo que ha generado serias preocupaciones sobre su futuro en el mercado. Este fabricante de servidores, que había visto su valor en bolsa dispararse, ahora ve su reputación y credibilidad en juego. Si la investigación concluye de manera desfavorable, Supermicro no solo enfrentaría una nueva caída en sus acciones, sino también la pérdida de confianza de sus clientes.
Contexto y Cifras Clave
Supermicro, con una capitalización bursátil cercana a los 24.000 millones de dólares, vio una caída significativa en sus acciones tras el anuncio de la investigación. Durante la jornada del jueves, las acciones de la empresa se desplomaron un 18,6%, marcando su punto más bajo desde enero. En total, el valor de sus acciones ha caído más del 30% desde finales de agosto, lo que ha generado alarma entre los inversores.
El origen del problema se remonta a agosto, cuando Hindenburg Research, una firma de inversión conocida por descubrir irregularidades contables, publicó un informe acusando a Supermicro de manipulación contable. A finales de ese mes, la empresa decidió retrasar la presentación de su informe anual, citando la necesidad de más tiempo para revisar sus controles internos. Esta decisión, junto con una demanda presentada en abril por un exempleado por supuestas irregularidades contables, ha generado sospechas sobre la integridad financiera de la compañía.
La Investigación y sus Implicaciones
El Departamento de Justicia ha iniciado una investigación preliminar en respuesta al informe de Hindenburg. Según The Wall Street Journal, un fiscal en San Francisco está recopilando información relacionada con las acusaciones del exempleado, lo que sugiere que las preocupaciones sobre la contabilidad de Supermicro podrían tener una base real.
A pesar de las graves acusaciones, Supermicro ha negado todas las afirmaciones de Hindenburg, calificándolas de "falsas o inexactas". Sin embargo, la investigación sigue en curso y aún no se ha emitido un veredicto. Los inversores ahora están ansiosos por cualquier actualización, especialmente sobre la presentación del informe anual de la empresa. El resultado de esta investigación determinará si Supermicro enfrenta solo un contratiempo o una crisis que podría tener graves consecuencias a largo plazo.