OpenAI y Apple han asegurado un acuerdo clave con Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) para acceder a la producción inicial de su avanzada tecnología de semiconductores A16 (1.6nm). Este proceso de fabricación de vanguardia, considerado el más avanzado del mundo, permitirá a ambas empresas desarrollar chips personalizados destinados a impulsar sus capacidades de inteligencia artificial (IA). Este avance marca un paso importante en la carrera por dominar el futuro de la computación de alto rendimiento y la IA.
TSMC ha logrado consolidarse como líder global en la fabricación de chips, y su A16, que se espera entre en producción masiva en 2026, ofrece beneficios clave para el desarrollo de hardware de IA. Utiliza tecnología de transistores Nanosheet y un sistema innovador llamado Super Power Rail (SPR), que mejora la eficiencia energética y el rendimiento al suministrar energía directamente desde el reverso de los chips. Esto resulta esencial para aplicaciones intensivas en datos, como los modelos de IA avanzados que desarrollan tanto OpenAI como Apple.
Para OpenAI, asegurar esta capacidad significa tener mayor control sobre el desarrollo de sus propios chips de IA, en lugar de depender de proveedores externos. Esto podría proporcionarles una ventaja estratégica en el sector, ya que las demandas de hardware optimizado para IA siguen creciendo a medida que los modelos se vuelven más complejos y costosos en términos de procesamiento.
Por su parte, Apple busca reforzar sus dispositivos con capacidades avanzadas de IA. El acceso a este A16 de TSMC podría impulsar la integración de tecnologías de IA más eficientes en sus productos, desde iPhones hasta dispositivos como el Apple Vision Pro, que requieren capacidades de procesamiento cada vez más potentes para ofrecer experiencias de realidad aumentada y virtual.
Este acuerdo también es interesante para TSMC, que continúa siendo el socio preferido para empresas que necesitan las tecnologías de semiconductores más avanzadas. Sin embargo, la competencia es feroz, ya que empresas como Nvidia también dependen en gran medida de la capacidad de TSMC para producir chips de alto rendimiento, lo que ha generado una demanda extremadamente alta en la industria.