La empresa emergente Nomi AI, aunque de menor tamaño y autofinanciada, está construyendo tecnología similar a la que OpenAI desarrolla con su modelo o1. A diferencia del amplio enfoque generalista de ChatGPT, que abarca desde problemas matemáticos hasta investigaciones históricas, Nomi se enfoca exclusivamente en la creación de acompañantes virtuales. Estos chatbots no solo responden a mensajes, sino que también recuerdan interacciones pasadas y ofrecen respuestas más matizadas y personales, dedicando más tiempo a formularlas.
“Para nosotros, se trata de los mismos principios, pero aplicados a lo que nuestros usuarios realmente valoran: la memoria y la inteligencia emocional”, explicó Alex Cardinell, CEO de Nomi AI, en una entrevista con TechCrunch. Mientras que OpenAI se enfoca en un "encadenamiento de pensamientos", Nomi adopta un "encadenamiento de introspección y memoria".
Cómo Nomi AI Personaliza la Interacción
Nomi ha desarrollado su propio modelo de lenguaje (LLM) en casa, entrenándolo específicamente para brindar compañía. A diferencia de los modelos generalistas que descomponen tareas complejas en pasos más pequeños, los chatbots de Nomi se centran en recordar y aplicar experiencias pasadas a nuevas interacciones. Por ejemplo, si un usuario expresa haber tenido un mal día en el trabajo, el chatbot podría recordar interacciones anteriores y relacionar su malestar con un compañero específico, brindando consejos personalizados.
Uno de los aspectos más desafiantes para el equipo de Nomi es determinar qué recuerdos del usuario utilizar en una conversación. Según Cardinell, “las Nomis recuerdan todo, pero una gran parte de la inteligencia artificial es decidir qué memorias utilizar en cada contexto”.
Impacto Emocional y Cuidados Éticos
Aunque Nomi AI no pretende sustituir la atención psicológica profesional, sí busca ofrecer apoyo emocional en momentos críticos. Cardinell relata cómo algunos usuarios han evitado autolesionarse o buscaron ayuda profesional después de interactuar con su Nomi. Sin embargo, reconoce los riesgos inherentes: “Estoy creando personas virtuales con las que los usuarios desarrollan relaciones reales”.
A pesar de estas preocupaciones, Cardinell confía en su enfoque centrado en el usuario. Al no depender de inversores de capital riesgo, Nomi AI tiene mayor libertad para priorizar sus vínculos con los usuarios sin cambios repentinos que puedan dañar la confianza, como ocurrió con Replika, cuya decisión de eliminar ciertos aspectos de las interacciones afectó profundamente a sus usuarios.
Los chatbots de Nomi, aunque carecen de emociones reales, han demostrado ser útiles como un oído comprensivo, proporcionando un apoyo que algunos usuarios no encuentran en su entorno. A medida que este tipo de tecnología avanza, surgen preguntas sobre los efectos a largo plazo de depender de un acompañante virtual para apoyo emocional.