La firma estadounidense Microsoft ha incrementado sus gastos en un 53% más de lo esperado durante el segundo trimestre de 2024. La inteligencia artificial (IA) es el sector tecnológico más relevante actualmente. Su impacto es tal que incluso empresas como AMD han realizado adquisiciones históricas. La IA ha ganado relevancia también en la vigilancia de posibles incidentes en eventos como los Juegos Olímpicos. Sin embargo, surge la pregunta: ¿están las inversiones en IA a la altura de los resultados obtenidos hasta ahora?
Según un reciente informe de Reuters, esta es la gran interrogante para los inversores de Microsoft. Después de gastar miles de millones de dólares en herramientas relacionadas con la inteligencia artificial, la compañía se centra en vertientes como Azure, su servicio de computación en la nube. Se espera que Azure mantenga un crecimiento constante del 31% en los próximos meses. No obstante, la confianza desmedida en la IA ha incrementado significativamente los gastos de Microsoft en el último trimestre.
Temor a seguir los pasos de Alphabet
En estimaciones recientes, Microsoft ha aumentado sus gastos un 53% en el segundo trimestre del año. Ha pasado de invertir 10.000 millones de dólares en 2023 a gastar 13.000 millones de dólares en el mismo periodo en 2024. Este aumento ha generado preocupación en el mercado, especialmente por los grandes gastos en centros de datos por parte de las empresas tecnológicas. Estas inversiones no están proporcionando rendimientos significativos a corto plazo.
La principal preocupación de Microsoft es no seguir los pasos de Alphabet, la empresa matriz de Google, cuyas acciones cayeron un 5% tras reportar gastos superiores a los esperados. En este contexto, Microsoft ha insistido en la necesidad de invertir en IA para mantenerse a la vanguardia de la evolución tecnológica. Sin embargo, su apuesta aún no ha generado una respuesta inmediata en términos de beneficios. A pesar de esto, Microsoft se mantiene como una de las empresas mejor posicionadas en el campo de la inteligencia artificial, con pocas compañías capaces de igualar su nivel en el sector.