En un evento reciente, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su interés en una colaboración internacional para desarrollar una inteligencia artificial que funcione en español y portugués. Esta idea fue inicialmente sugerida por el presidente de España, Pedro Sánchez, como una forma de fortalecer la presencia tecnológica de ambos países.
Durante la 5ª Conferencia Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en Brasilia, Lula mencionó esta propuesta en su discurso, destacando la importancia de una inteligencia artificial que respete y potencie las lenguas y culturas locales. Lula subrayó que esta tecnología debería ser una herramienta para crear empleo, no para reemplazarlo, enfatizando la necesidad de un desarrollo ético y responsable.
El Plan Brasileño de Inteligencia Artificial (PBIA) fue presentado en la conferencia como una respuesta a esta necesidad, con un enfoque en la innovación y la inclusión social. Este plan, que aún debe ser revisado en el Palacio del Planalto, pretende establecer una base sólida para la colaboración con España y otros países interesados en tecnologías multilingües.
Lula criticó a las grandes corporaciones tecnológicas por su monopolio sobre los datos y su falta de contribución justa a las economías locales. Destacó que Brasil y España tienen la oportunidad de liderar con una inteligencia artificial propia, diseñada para servir a sus ciudadanos y preservar sus idiomas.
La conferencia, que marca la primera vez en 14 años que se lleva a cabo este evento, atrajo a más de 2,200 participantes presenciales y otros 2,000 de manera virtual. Este encuentro subraya la creciente importancia de la ciencia y la tecnología en la agenda de desarrollo de Brasil, y la propuesta de colaboración con España es vista como un paso estratégico hacia una mayor soberanía tecnológica.
La idea de una inteligencia artificial multilingüe también abre oportunidades para una mayor cooperación en América Latina y otros países de habla hispana y portuguesa. Esta iniciativa podría convertirse en un modelo para otros países que buscan desarrollar tecnología propia, alineada con sus valores y necesidades.
La propuesta aún se encuentra en fases iniciales, pero ambos países están comprometidos a explorar esta colaboración. Si se implementa con éxito, podría establecer un nuevo estándar para el desarrollo de tecnología multilingüe y ética, con un enfoque centrado en el ser humano y la sostenibilidad.