La startup con sede en Ámsterdam, Lapsi Health, está marcando un hito en la tecnología médica al combinar inteligencia artificial con dispositivos clínicos tradicionales. Su más reciente avance, el estetoscopio digital llamado Keikku, ha recibido la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), posicionándose como un dispositivo médico de clase IIA. Este nuevo gadget no solo realiza las funciones convencionales de un estetoscopio, sino que también captura datos biométricos y los procesa mediante algoritmos de IA para ofrecer un soporte avanzado en el diagnóstico médico.
IA y diagnóstico en tiempo real
El Keikku, cuyo nombre significa "niño" en finlandés, fue inicialmente concebido para ayudar en la detección de asma infantil, pero su alcance se ha ampliado considerablemente. Este dispositivo tiene como objetivo ayudar a los profesionales de la salud en la monitorización de enfermedades crónicas del corazón y los pulmones mediante el procesamiento acústico y otros sensores incorporados. Uno de los próximos avances que Lapsi espera implementar en el Keikku es la detección de soplos cardíacos a través de la IA, una función que ya se encuentra en algunos dispositivos competidores como los estetoscopios digitales de Eko Health.
Lapsi planea obtener la aprobación de la FDA para estas funciones avanzadas de IA a través del proceso 510(k), que permite acelerar la certificación de dispositivos médicos con innovaciones tecnológicas. Según el cofundador y CEO de Lapsi, Jhonatan Bringas Dimitriades, el dispositivo no está diseñado para automatizar diagnósticos, sino para proporcionar apoyo clínico más efectivo mediante el análisis de datos biométricos, lo que facilitará la toma de decisiones en el entorno clínico.
Innovación en el monitoreo remoto
El Keikku también está diseñado para ser utilizado en el hogar como parte de programas de monitoreo remoto en colaboración con equipos médicos. Gracias a su diseño extensible, el dispositivo podrá actualizarse mediante software para añadir nuevas funcionalidades a medida que Lapsi desarrolle algoritmos más sofisticados. Además, la startup ya está trabajando en una segunda generación de este hardware, que se espera para finales de 2025, la cual incluirá sensores adicionales como un PPG (fotopletismografía), acelerómetros, giroscopios y sensores de proximidad. Estos componentes permitirán la recolección de información óptica, como el flujo sanguíneo, y proporcionarán datos más completos para el diagnóstico.
Otra de las innovaciones planeadas por Lapsi es un dispositivo wearable llamado Ilo, dirigido a mujeres embarazadas. Este sensor acústico permitirá monitorear el latido y los movimientos del feto, funcionando como un sistema de alerta temprana para posibles complicaciones. Este producto sería el primero en su tipo y está programado para ser lanzado en 2026, tras obtener la aprobación regulatoria.
IA y el futuro del diagnóstico médico
Lapsi Health ha desarrollado un enfoque único al combinar la tradicional función de escucha de los estetoscopios con capacidades avanzadas de captura y procesamiento de datos. Su arquitectura de hardware, llamada GPHA (hardware de propósito general), está diseñada para ser flexible y adaptable, permitiendo que se agreguen nuevas funcionalidades sin necesidad de modificar el dispositivo físico. Este sistema no solo capta sonidos, sino que también recoge otros datos biométricos que se procesan y limpian mediante algoritmos propios de la compañía, preparándolos para ser analizados por IA.
La visión de Lapsi va más allá de solo mejorar los dispositivos médicos actuales. Al igual que Tesla con sus vehículos autónomos, la compañía busca aprovechar la IA para ofrecer un enfoque más integral en la atención médica, pero sin reemplazar la toma de decisiones médicas humanas. En lugar de ello, la tecnología se utiliza para acelerar los diagnósticos y mejorar la precisión, algo que podría cambiar la forma en que se prestan los cuidados de salud a nivel global.
Con esta combinación de IA y tecnología médica avanzada, Lapsi Health está en la vanguardia de una nueva era de dispositivos de salud inteligentes. El potencial de estos avances no solo radica en facilitar el trabajo de los profesionales de la salud, sino también en empoderar a los pacientes para que puedan realizar un seguimiento más detallado de su salud desde la comodidad de sus hogares.