Dentro del sector legal, el papel del abogado in-house no es el más notorio. Los bufetes se llevan el gran el protagonismo, concentran a los mayores expertos en áreas concretas del derecho y se reclaman sus servicios para los litigios importantes. Sin embargo, hay una enorme cantidad de juristas diseminados entre multinacionales y compañías de tamaño medio.
Los lanzamientos recientes en inteligencia artificial también impactarán en los profesionales que trabajan en departamentos legales de empresas. Estamos al principio de esta historia, pero ya se prevén algunos movimientos. Daniel Martínez Villegas, responsable de Operaciones y Estrategia Legal en Lawyers for Projects, asesora a este tipo de entidades en materia de estrategia. Sus obligaciones consisten en alinear a los departamentos legales con los objetivos de la empresa, así como clarificar el mandato que recibe esta área de la compañía. En definitiva, trazar un plan y llevarlo a cabo para que las operaciones de este departamento sean más eficientes.
“Definimos una estrategia, esa estrategia se transforma en unos procesos, en una forma de hacer las cosas y, finalmente, muchos de estos procesos se llevan a cabo con tecnología”, apunta Martínez Villegas sobre la forma de trabajar de Lawyers for Projects. Y resalta el valor que suelen tener las herramientas tecnológicas para cumplir los objetivos marcados.
En una encuesta del Thomson Reuters Institute, para su informe 2024 State of the Corporate Law Department, los responsables de este tipo de departamentos pronostican grandes cambios. El 42% de ellos creen que la inteligencia artificial (la IA generativa incluida) tendrá un impacto transformacional en su profesión. Otro 32% etiqueta el impacto de esta tecnología como “alto”.
Martínez Villegas pone de relieve la importancia del momento y de la IA generativa: "Es algo diferente. Al final la tecnología nos ha ayudado tradicionalmente a organizarnos mejor, a hacer las mismas cosas que hacíamos antes pero más rápido y de forma más inmediata. También con una mejor organización. Pero la inteligencia artificial generativa cambia esto. No te ayuda a hacer las cosas per se, no te ayuda a hacer lo mismo que hacías pero más rápido, sino que te ayuda a crear. Esto supone un cambio. Ya no es que necesite tecnología para hacer lo mismo, pero más rápido sino que me ayuda a crear cosas nuevas”.
Aún está por definir qué significa el verbo ‘crear’ en cada profesión y en cada contexto. Pero lo cierto es que la IA generativa marca un antes y un después. En declaraciones a Legal Dive, Stuart Fuller, responsable de servicios legales de KPMG International, se mostraba tajante sobre el papel de la nueva tecnología: “Creo que crearemos esencialmente un nuevo rol en los departamentos legales, que será el bibliotecario legal de los tiempos modernos. Será la persona que haga la integración de datos”, indicaba en referencia al trabajo de selección, anotación y presentación de la información.
Para las compañías, las necesidades no cambian. Tienen que tener claros sus objetivos, como antes. A partir de ahí se puede definir qué tipo de departamento legal necesita la empresa. Y en este punto es donde se implementa la nueva tecnología. "Entran casos de uso de la IA que antes no se podían cubrir con tecnología. Antes seguramente tenías que poner a una persona, por ejemplo, pensemos en una organización que recibe muchas preguntas sobre su negocio, relacionadas con la interpretación de la regulación, que tiene muchos contratos pequeños que son relativamente sencillos pero sobre los que todo el mundo tiene una pregunta. Antes casi tenías que tener un abogado al teléfono hablando y respondiendo a todas estas preguntas", expone Martínez Villegas. "Esto es un caso de uso que antes se resolvía con recursos humanos y ahora puedes poner una especie de ChatGPT", añade, en referencia al papel de aclaración que puede hacer un chatbot legal para solucionar dudas sobre una documentación acotada.
Con todo, el responsable de Operaciones y Estrategia Legal en Lawyers for Projects advierte que este no es un caso de uso para todas las empresas. “Si tienes preguntas muy complejas y no tienes un histórico de respuestas de esas preguntas, a un sistema de inteligencia artificial le va a ser difícil dar siempre la respuesta adecuada”, sostiene.
Los recursos liberados por la IA
Con el uso de la IA generativa en los departamentos legales de las empresas se trabajará de forma más ágil. Y la pregunta surge de forma automática. ¿Qué ocurrirá con estos recursos humanos liberados? "Ese abogado tiene que redefinirse para poner foco en hacer una buena entrega de servicio. Y con esto me refiero a acompañar al negocio, a estar ahí cuando se le necesita, a no ser reactivo sino ser proactivo. Al final se trata de generar una confianza para que el negocio cuente con él”, indica Martínez Villegas.
De esta forma, los abogados in-house podrían evolucionar su papel para acercarse al ámbito del desarrollo de negocio. Hasta ahora, las empresas planificaban su expansión y, más tarde, cuando se planteaban dudas legales o ante operaciones de gran calado, consultaban a sus departamentos. Según el responsable de Operaciones y Estrategia Legal en Lawyers for Projects, la liberación de recursos que conllevará la IA permitirá entrar a esta parte de la compañía en una fase más temprana de la toma de decisiones.
"Ese departamento legal va a pasar de ser un departamento de servicio interno, que es lo que es ahora, pues si lo necesito, lo llamo y me contesta lo que le pregunto, a pasar a ser un compañero de viaje. Pasaría a implicarse en el negocio. Me indica, puede guiarme y ayudarme a tomar riesgos controlados", señala Martínez Villegas.
Esto, indudablemente, afectaría también al papel de los bufetes de abogados, que se integrarían aún más con sus clientes. Por ahora, la IA generativa la han adoptado grandes despachos de abogados. La división legal de PwC o, en España, Cuatrecasas han empezado a usar Harvey. Otras firmas han construido sus propios modelos con la integración de varias tecnologías. “Pueden, por volumen y por economías de escala, embarcarse en este tipo de proyectos”, puntualiza Martínez Villegas en referencia a los despachos de gran tamaño, y añade: “No olvidemos que estos sistemas hay que entrenarlos para que funcionen bien. Si tú eres una empresa [una entidad corporativa, no un despacho] y generas 100 contratos al año no puedes entrenar mucho ningún modelo. Creo que los grandes actores del mercado van a utilizar este tipo de herramientas y algunas características de estas herramientas van a pasar a herramientas más generalistas, más tradicionales. En mi opinión van a ser estas las que van a utilizar la gran mayoría de empresas que conocemos”.
Ante los cambios que se avecinan, uno de los factores que a veces se olvidan es la correcta gestión de las expectativas. La IA generativa será una herramienta muy útil para muchas tareas, pero hay que conocer bien para qué sirve y cuáles son sus límites. Además, los cambios requieren un proceso. De ahí que Martínez Villegas crea que la transformación del sector no tendrá lugar de la noche a la mañana.