El crecimiento desbocado de la inteligencia artificial está disparando la demanda de centros de datos para mantenerse al día con el creciente sector tecnológico, y está llevando a Europa a explorar opciones espaciales para el almacenamiento digital, en un intento por reducir la demanda de energía en la Tierra. El estudio Advanced Space Cloud for European Net zero emission and Data sovereignty (ASCEND), de 16 meses de duración, que exploró la viabilidad de lanzar centros de datos al espacio, ha llegado a una conclusión muy alentadora, según Damien Dumestier, gerente del proyecto.
El estudio ASCEND de 2 millones de euros, coordinado por Thales Alenia Space en nombre de la Comisión Europea, afirma que los centros de datos en el espacio son técnicamente, económicamente y ambientalmente factibles. La idea es desviar parte de la demanda energética de los centros de datos y enviarlos al espacio para beneficiarse de la energía infinita, que es la energía solar, dijo Dumestier a CNBC.
Para Christophe Valorge, director técnico de Thales, “los resultados del estudio ASCEND confirman que el despliegue de centros de datos en el espacio podría transformar el panorama digital europeo al ofrecer una solución más ecológica y soberana para el alojamiento y el tratamiento de los datos”. “
Los centros de datos de IA requieren aproximadamente tres veces más energía que un centro de datos tradicional y eso es un problema no solo en el lado energético, sino también en el lado del consumo, dijo a Dumestier. Por su parte, Merima Dzanic, jefa de estrategia y operaciones de la Asociación Danesa de la Industria de Centros de Datos, aseguró que el enfoque planteado para la Unión Europea es "completamente diferente sobre cómo construimos, diseñamos y operamos centros de datos".
"Nos sentimos muy orgullosos de contribuir a una iniciativa que apoya los objetivos europeos de neutralidad en carbono y aumenta la soberanía tecnológica de Europa", destacó Valorge.
Dentro de esa soberanía tecnológica y de la innovación que se plantea desde Bruselas, el lanzamiento de estos centros de datos sería ecológico para poder ayudar a Europa a alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
El estudio encontró que, para reducir significativamente las emisiones de CO2, sería necesario desarrollar un nuevo tipo de lanzador que emita 10 veces menos. ArianeGroup, una de las 12 empresas participantes en el estudio, está trabajando para acelerar el desarrollo de tales lanzadores reutilizables y respetuosos con el medio ambiente.
El objetivo es tener el primer lanzador ecológico listo para 2035 y luego permitir 15 años de despliegue para tener la enorme capacidad requerida para que el proyecto sea factible, dijo Dumestier.
Algunos problemas
Los centros de datos son esenciales para mantenerse al día con la digitalización, pero también requieren cantidades significativas de electricidad y agua para alimentar y enfriar sus servidores. El consumo total de electricidad mundial de los centros de datos podría superar los 1,000 teravatios-hora en 2026, lo que equivale aproximadamente al consumo de electricidad de Japón, según la Agencia Internacional de Energía.
Se estima que los centros de datos representarán más del 3% de la demanda de electricidad de Europa para 2030 y esto es lo que plantea importantes problemas de consumo energético en la lucha contra el cambio climático.
Michael Winterson, director general de la Asociación Europea de Centros de Datos, reconoce que un centro de datos espacial se beneficiaría de una mayor eficiencia de la energía solar sin la interrupción de los patrones climáticos, pero el centro requeriría cantidades significativas de combustible de cohetes para mantenerlo en órbita.
Por lo que como advierte Dzanic "la idea algo marginal de los centros de datos basados en el espacio no resuelve completamente el problema del uso sostenible de la energía. Es solo una parte del rompecabezas".
Winterson estima que incluso un pequeño centro de 1 megavatio en órbita terrestre baja necesitaría alrededor de 280,000 kilogramos de combustible de cohetes al año con un coste de alrededor de 140 millones de dólares en 2030 – un cálculo basado en una disminución significativa de los costes de lanzamiento, que aún no ha tenido lugar. "Habrá servicios especializados que se adaptarán a esta idea, pero de ninguna manera será un reemplazo de mercado", dijo.
Las instalaciones orbitarían a una altitud de alrededor de 1,400 kilómetros (869.9 millas) – aproximadamente tres veces la altitud de la Estación Espacial Internacional. Dumestier explicó que ASCEND apuntaría a desplegar 13 bloques de construcción de centros de datos espaciales con una capacidad total de 10 megavatios en 2036, para lograr el punto de partida para la comercialización de servicios en la nube.
Cada bloque de construcción – con una superficie de 6,300 metros cuadrados – incluye capacidad para su propio servicio de centro de datos y se lanza dentro de un vehículo espacial, dijo. Para tener un impacto significativo en el consumo energético del sector digital, el objetivo es desplegar 1,300 bloques de construcción para 2050 para lograr 1 gigavatio, según Dumestier.
En busca del liderato
ASCEND no es el único estudio que investiga el potencial de los centros de datos orbitales. Microsoft, que anteriormente ha probado el uso de un centro de datos submarino posicionado a 36 de profundidad en el lecho marino, está colaborando con empresas como Loft Orbital para explorar los desafíos en la ejecución de IA y computación en el espacio.
ASCEND es una de las medidas que está tomando la UE para obtener una ventaja competitiva dentro del ecosistema de IA, donde el bloque se encuentra rezagado detrás de EE.UU. y China."La UE apenas está empezando a despertar y a oler el café y a financiar estos proyectos", dijo Dzanic.