En la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial en Shanghái este mes, el fundador de la start-up Qu Dongqi presentó un video de una foto antigua que cobraba vida. Esta tecnología de IA fue creada por la empresa china Kuaishou, similar a un generador de video llamado Sora de la start-up estadounidense OpenAI.

China está alcanzando rápidamente a Estados Unidos en el desarrollo de IA. Varias empresas chinas han presentado tecnologías que rivalizan con los sistemas estadounidenses, disponibles para consumidores y desarrolladores de software en todo el mundo, según un reportaje del New York Times.

Mientras que en Estados Unidos se teme que estas tecnologías puedan facilitar la desinformación, las empresas chinas están más dispuestas a compartir su software. Este enfoque de código abierto permite a otros desarrollar productos usando la misma tecnología, acelerando el avance tecnológico. El gigante asiático busca liderar este sector con implicaciones potenciales para el aumento de la productividad y avances en tecnologías militares.

La Casa Blanca ha implementado embargos comerciales para evitar que las empresas chinas accedan a los chips más potentes, fundamentales para construir IA avanzada. Las principales empresas tecnológicas de norteamericanas también exploran nuevas tecnologías que superen las capacidades actuales. Sin embargo, en China, la tecnología de código abierto podría ayudar a sortear estas restricciones.

El generador de videos Kling de Kuaishou, por ejemplo, se ha lanzado globalmente, mostrando la rapidez del avance chino. Empresas como 01.AI y Alibaba también han alcanzado altos estándares en pruebas de rendimiento de IA.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de JuanPerdon (@latentcosmonaut)

El debate sobre si estas tecnologías deben ser abiertas o cerradas sigue siendo intenso. Algunos en China creen que la tecnología es más rentable y segura cuando está controlada, pero Beijing fomenta la compartición de beneficios de las inversiones en IA.

A pesar de las restricciones de censura, las empresas chinas continúan desarrollando tecnologías poderosas que pueden competir con los sistemas estadounidenses. Esto plantea la posibilidad de que los desarrolladores de EE. UU. construyan sus sistemas sobre tecnologías chinas, si las regulaciones limitan los proyectos de código abierto en Estados Unidos.

El futuro de la inteligencia artificial podría estar en el equilibrio entre la innovación abierta y la regulación, con China posicionándose como un líder emergente en esta área crucial para el futuro global.