Es difícil saber cómo habría surgido el proyecto de Doctomatic sin la pandemia. En ese contexto de emergencia médica se concatenaron dos factores. Uno de ellos era la desatención que sufrieron algunos enfermos crónicos ante la saturación de los hospitales por covid-19. El segundo es la instauración súbita, para proteger a los pacientes, de metodologías de telemedicina.
Con este escenario de fondo, Carmen Ríos y Frederic Llordachs se juntan en torno a una idea: buscar formas de mejorar la salud y monitorización de pacientes crónicos que no podían acceder presencialmente a recursos sanitarios. La primera tiene un amplio bagaje profesional trabajando en startups, entre ellas Limbix, especializada en salud mental para adolescentes y financiada por Sequoia. El segundo es médico y cofundador de Doctoralia. Ambos conectan con el inversor Carlos Blanco, de Encomenda Smart Capital, y el proyecto echa a rodar.
Era junio de 2021 y Doctomatic nace con la voluntad de aprovechar la IA para recopilar los datos de los pacientes crónicos, medidos por diferentes dispositivos médicos. “La pandemia desafió al equipo fundador a buscar formas de mejorar la salud y monitorización de pacientes crónicos que no podían acceder presencialmente a recursos sanitarios. Fue un reto que consideramos que podía resolverse con la ayuda de la inteligencia artificial”, cuenta Carmen Ríos, CEO y cofundadora de Doctomatic, a Neosmart.
El resultado fue el nacimiento de Doctomatic, un servicio que permite a entidades médicas obtener datos de monitorización de cualquier dispositivo médico, ya sea en un hospital o en el hogar de un paciente. El proyecto ha sido uno de los tres que seleccionó Google for Startups el pasado año, en su programa de aceleración Growth Academy: AI for Health.
“Con una simple fotografía, Doctomatic capta los datos críticos de salud desde cualquier dispositivo médico doméstico digital. Lo que permite a los profesionales de la salud recibir la información de los pacientes en tiempo real”, explica Ríos. “Esta solución no solo permite un monitoreo constante, remoto y preciso, sino que también optimiza y hace más eficiente el tratamiento, asegurando una gestión de la salud más proactiva y rentable.”
De esta forma, el servicio permite una monitorización agnóstica. Doctomatic puede recoger datos de cualquier dispositivo médico con una pantalla LCD, sin importar su marca, modelo o fabricante. Se puede utilizar con tensiómetros, pulsoxímetros, glucómetros, básculas o termómetros. Es la inteligencia artificial desarrollada por la compañía la que detecta cuál es la información a partir de una fotografía y la estructura para enviarla a los profesionales.
“La tecnología detrás de Doctomatic utiliza avanzados algoritmos de inteligencia artificial visual, diseñados para identificar, digitalizar y procesar datos de críticos de salud desde cualquier dispositivo médico digital, incluso los domésticos. Podemos capturar con precisión y digitalizar la información de los parámetros de estos dispositivos directamente desde las pantallas de los mismos mediante una simple fotografía tomada por el usuario”, cuenta la CEO de la startup.
Mayor control sobre su salud
Una de las ventajas que Ríos atribuye a Doctomatic es “el empoderamiento del paciente sobre su salud”. El servicio no solo se dirige a los médicos sino también a los pacientes. “Les ofrecemos acceso directo a su información de salud y les permitimos participar activamente en su propio cuidado mediante la digitalización y monitorización de datos médicos. Esto fomenta una comunicación más efectiva con los profesionales de la salud, permitiendo consultas más enfocadas y personalizadas”, subraya.
El servicio utiliza un sistema de alertas automáticas para permitir una intervención temprana, cuando sea necesario. De esta forma, los pacientes pueden gestionar su salud desde casa de forma más independiente. Los datos obtenidos se analizan en tiempo real por los algoritmos de IA de Doctomatic, que los transforman en información accesible a través de un panel en la nube.
Esta información la pueden consultar los médicos y otro personal sanitario, incluso en tiempo real. “Cuando los parámetros de salud se desvían de los rangos establecidos, Doctomatic genera alertas automáticas para los profesionales, facilitando una intervención temprana y personalizada”, explica Ríos. “La herramienta se orienta a hospitales y a centros médicos, para pacientes tanto en el centro como para su seguimiento domiciliario, residencias geriátricas y como herramienta de apoyo en estudios observacionales”.
Llevar a cabo una intervención rápida e informada es una de las fórmulas más eficaces para contener daños. Aunque el objetivo de Doctomatic no solo consiste en prevenir deterioros repentinos o crisis sino en optimizar lo máximo posible el tratamiento. Con datos en tiempo real es posible medir con mayor precisión la salud del paciente y estimar sus necesidades.
Eliminar las barreras de hardware
Como ocurre con cualquier producto electrónico, el hardware de monitorización de la salud se actualiza y se renueva. Esto hace que pasado un tiempo algunos dispositivos ya no sean aptos para su uso, pues dejan de ser soportados por los fabricantes. Esta es una de las barreras que elimina Doctomatic.
Al no conectar con los dispositivos mediante APIs, el servicio de Doctomatic solo necesita una fotografía del panel donde aparecen los datos. La IA de la startup procesa la imagen y extrae de ahí la información. De ahí que el servicio trabaje con todo tipo de dispositivos médicos. El valor que aporta la compañía es la conversión de información no estructurada en estructurada.
Su IA es capaz de discriminar cada concepto y anotar su valor numérico. Una información mucho más digerible para un equipo informático. Desde la compañía apuntan que esto supone reducir las barreras de acceso a la atención médica. Pues ya no es necesario adquirir un hardware específico y conectarlo mediante bluetooth para leer lo que marcan los sensores.
“La capacidad de monitorizar constantemente y ajustar los tratamientos, en base a datos actualizados, permite una gestión más eficaz de las enfermedades, reduciendo costes y mejorando la calidad de vida de los pacientes”, destaca Ríos y añade que el servicio también envía recordatorios de medicación e incluso valida las tomas. Es una forma de saber en qué medida cumplen los pacientes con el tratamiento.