Un estudio de IBM publicado hace unas semanas señala que dos tercios de los CEOs de bancos y empresas financieras consideran que las posibles ganancias en productividad derivadas de la IA y la automatización son tan grandes que deben aceptar sus riesgos para seguir siendo competitivos.
Asimismo, un 65% de estos mandamases de compañías del ramo financiero indican que el éxito de la IA depende más de la adopción por parte de las personas que de la tecnología en sí.
La investigación del Gigante Azul también arroja que la mitad de los directores ejecutivos de estas empresas están contratando para puestos relacionados con IA generativa que el año pasado no existían.
La implantación de la inteligencia artificial en el mundo bancario y financiero puede que se haya demorado más que en otros sectores, pero su presencia ya es fundamental.
Se utiliza en asistentes virtuales de atención al cliente que dan soporte 24/7, en el análisis de un gran volumen de datos y toma de decisiones, en la detección del fraude y la evaluación de riesgos, en la automatización de datos y la evaluación del riesgo crediticio, en la optimización de costes y procesos, en la planificación estratégica y en el cumplimiento de normativas bancarias, monitorizando informes en tiempo real para asegurarse de seguir dentro del marco legal y regulatorio.
“La inteligencia artificial tiene múltiples aplicaciones en la banca, destacando principalmente en la mejora de la eficiencia operativa, la personalización de servicios y la gestión del riesgo. En particular, la IA generativa está siendo utilizada para crear contenido automatizado, como informes financieros personalizados y recomendaciones de productos financieros basadas en el análisis de los datos del cliente”, subraya Ángel Arenillas, Country Manager de España y Portugal en Auriga, un proveedor de software propietario especializado en el área de la banca.
“Las tecnologías más utilizadas incluyen el aprendizaje automático, el procesamiento de lenguaje natural, el análisis predictivo y las redes neuronales profundas”, añade.
Fernando Pérez Borrajo es cofundador y director corporativo en Aunoa, una startup valenciana que ofrece soluciones de IA conversacional para diferentes sectores, incluyendo el financiero. Para él “la banca es un sector muy tradicional y que incorpora las nuevas tecnologías con mucha prudencia, principalmente porque está sometida a regulaciones mucho más estrictas que la mayoría de las empresas.
En su opinión hay tres casos de uso ya bastante extendidos: “la atención al cliente final, normalmente mediante chatbots; la ayuda a empleados, normalmente desde la intranet o sistema de comunicación interna como Teams y por último la automatización de procesos de extracción de datos en documentos que envían los clientes a través de correo electrónico o similar”.
Las fintech, motor del cambio
La llegada de las fintech ha supuesto un soplo de aire fresco para el sector bancario en los últimos años y esta ola de innovación también ha seguido salpicando a los bancos ante el boom de la IA generativa.
Con grandes y pesadas estructuras que lastran la velocidad de movimientos y desarrollo, las startups de tecnología financiera aportan esa chispa que las entidades requieren.
“La integración de la inteligencia artificial en las fintech está transformando sus modelos de negocio de varias maneras, redefiniendo la industria financiera para ofrecer servicios más rápidos, eficientes y personalizados, obligando a la banca tradicional a adaptarse e innovar para mantenerse competitiva”, destaca Arenillas.
Depasify es una de estas empresas emergentes que se dedica a facilitar a las instituciones financieras su entrada al mundo de los activos digitales. “Hemos pasado de sistemas horizontales megalíticos donde proveedores de cores y consultoría arman al banco para cualquier tipo de solución, a un ecosistema de colaboración entre entidades bancarias y fintechs en las que los incumbentes traemos soluciones de negocio que se añaden y reconcilian contra el banco disminuyendo tiempos de implementación, pero sobre todo riesgos sistémico a las entidades”, comenta para Neosmart Alberto Martín, CEO en Depasify.
“Esto es digitalización pura y dura, y la IA será un elemento más de entrada como lo pueden ser por otro lado soluciones blockchain o cualquier tecnología de carácter disruptivo”, añade el responsable.
SinComisiones.org es un portal que ofrece claves y trucos para ahorrar, gestionar, domiciliar, hipotecar e invertir a los usuarios. Beatriz Corchado, experta en finanzas de la compañía, cree que la integración de la IA permite “democratizar los servicios financieros, haciéndolos más accesibles para todos. Esto potencia una toma de decisiones con conocimientos basados en datos que fomentará conexiones más consistentes entre las entidades financieras y sus clientes. De esta forma, estos servicios serán más inclusivos y responderán a necesidades individuales, bajo un escenario ciberseguro que previene actividades fraudulentas”.
Para Carlos Albo, CEO en la plataforma de Big Data Analytics Wenalyze, el sector fintech es “uno de los que más se puede aprovechar de una IA que les permite conocer mejor sus clientes, pagos u ofrecer un mejor servicio adecuado a sus necesidades. Saber dónde, qué y cómo hace un cliente o empresa su trabajo, donde actualmente casi un 50% de los datos son incorrectos, supone evitar un 31% de pérdida de clientes en seguros o un incremento de ventas por cliente de más de 4 millones de euros en sector bancario. Y solo, procesando correctamente la información de la que ya disponen”.
Cómo protegen a sus usuarios
Los bancos deben asegurarse, en primer lugar, de cumplir con todas las normativas de protección de datos, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en la Unión Europea, pero también otras como la reciente DORA o las ISOS.
Estas entidades aplican diversas medidas de privacidad y seguridad de los datos al utilizar la IA, como la autenticación de dos factores biométrica o las técnicas avanzadas de cifrado para proteger la información.
Un reciente informe de BioCatch basado en una encuesta a 600 luchadores contra el fraude en 11 países recoge que los ataques sustentados en IA están aumentando. Así, un 91% de los bancos estadounidenses habrían comenzado a reconsiderar el uso de la verificación para los principales clientes debido al incremento del uso de la técnica de clonación por voz.
"Aunque en su momento se consideró que la verificación por voz era una solución de vanguardia y prometedora para amenazas complejas, ya no será suficiente para que las instituciones financieras protejan a sus clientes. Por ello, deberán utilizar una combinación estratégica de métodos de autenticación para minimizar la frustración de los usuarios y maximizar la protección", ha destacado BioCatch.
La IA no deja de ser tecnología, buena o mala dependiendo de quien la maneje. Así, el informe de BioCatch apunta a que los equipos que combaten el fraude y el lavado de dinero recurren a la IA para contrarrestar esta clase de amenazas. Alrededor del 69 % de las instituciones financieras encuestadas manifestaron que la IA generará más ingresos, mejorará las interacciones con los clientes y reducirá el tiempo dedicado a investigar falsos positivos.
“Algunos procesos seguros como Conoce a tu Cliente (KYC) son imprescindibles para asegurar la identidad de los clientes y evitar fraudes en las transacciones. Aquí se suman los sistemas de detección de fraude en tiempo real que utilizan algoritmos de IA para detectar actividades sospechosas”, explican desde Sin Comisiones.
“También es fundamental realizar un monitoreo continuo de las redes y sistemas para detectar y mitigar amenazas de seguridad, realizar auditorías y evaluaciones de seguridad periódicas para revisar y mejorar las prácticas que se llevan a cabo cumpliendo con la normativa y los estándares de seguridad, y tener una comunicación continuada con los clientes sobre actualizaciones, medidas de prevención de riesgos y buenas prácticas para proteger sus datos personales y financieros”, añaden.
Por su parte, desde Depasify matizan que “las políticas de sistemas, seguridad y datos de un banco son una vertical clave dentro de cualquier entidad regulada que no se ven realmente afectadas por un nuevo tipo de tecnología. En este caso la IA no es más que una nueva herramienta de digitalización, que debe ser revisada y encajada dentro de un marco de procesos general de las entidades”.