El gigante tecnológico chino Huawei enfrenta obstáculos significativos en su misión de liderar la producción de chips para inteligencia artificial (IA). Este esfuerzo, clave para contrarrestar el dominio de Nvidia en los Estados Unidos, se ha visto comprometido por un software defectuoso. El resultado ha sido un éxodo de clientes, quienes prefieren mantener sus relaciones comerciales con empresas estadounidenses.
Los problemas en el software de Huawei, que incluyen fallos en la estabilidad y una conectividad más lenta, han desanimado a los compradores. Un ingeniero de IA de una empresa colaboradora explicó que los chips de Huawei están muy por detrás de los de Nvidia en cuanto a capacidad para entrenar modelos de IA.
El sector chino de la IA esperaba que la serie Ascend de Huawei ayudara a satisfacer la creciente demanda de infraestructura digital. Sin embargo, los inconvenientes han limitado su uso a procesos menos complejos, como la inferencia de datos. Según varios expertos, la tecnología no está lista para competir en igualdad de condiciones.
China intensificó su apoyo a Huawei tras el aumento de las restricciones de exportación de semiconductores impuestas por Estados Unidos en octubre del año pasado. Estas medidas han empujado a la industria tecnológica china a buscar soluciones internas. No obstante, las carencias del software y hardware han demostrado ser un reto mayor de lo esperado.
Mientras tanto, la consolidación del mercado de centros de datos se ha acelerado. Compañías como AirTrunk, con sede en Australia, han experimentado un crecimiento vertiginoso. Fundada en 2016, esta empresa ha construido 11 centros de datos en la región y es una de las firmas de tecnología con mayor expansión.
La empresa estadounidense Blackstone ha mostrado interés en adquirir AirTrunk en una operación que incluiría sus deudas. Silver Lake y DigitalBridge también han considerado adquirir la compañía. AirTrunk evaluaba una posible oferta pública inicial antes de recibir estas propuestas.
El interés en compañías de centros de datos como AirTrunk refleja la necesidad urgente de infraestructura para IA. Blackstone, con un portafolio de centros de datos valorado en 55 mil millones de dólares, ha hecho énfasis en su intención de continuar invirtiendo en nuevas instalaciones.
Según el Financial Times, los inversores ven un gran potencial en este sector debido al crecimiento sostenido de la inteligencia artificial y las necesidades de almacenamiento digital. Sin embargo, tanto Blackstone como Macquarie, que en 2020 adquirió una participación mayoritaria en AirTrunk, se negaron a comentar sobre las negociaciones en curso.
La situación de Huawei, por su parte, pone de manifiesto los desafíos que enfrenta China para igualar a EE. UU. en tecnología avanzada. La empresa australiana AirTrunk es un ejemplo del dinamismo global en este campo, con la infraestructura digital jugando un papel clave en la evolución de la inteligencia artificial.