El sindicato de actores de Hollywood, SAG-AFTRA, ha firmado un acuerdo significativo con la startup Narrativ, centrada en inteligencia artificial. El pacto permitirá a los actores licenciar réplicas digitales de sus voces para su uso en anuncios publicitarios. Este acuerdo establece una base para el uso ético de la tecnología, asegurando que los actores puedan dar su consentimiento informado y recibir compensación adecuada.
Narrativ, una empresa con sede en Nueva York, ha acordado cumplir con los términos del sindicato, permitiendo que los actores que forman parte de SAG-AFTRA se inscriban en una base de datos accesible para anunciantes. Los artistas podrán negociar el precio de uso de sus voces en cada proyecto, siempre que se respete un mínimo establecido por el sindicato.
Duncan Crabtree-Ireland, director ejecutivo nacional de SAG-AFTRA, destacó la importancia de este acuerdo al señalar que no todos los miembros del sindicato estarán interesados en licenciar sus réplicas de voz, pero para aquellos que sí lo deseen, ahora existe una opción segura. Crabtree-Ireland subrayó que la plataforma de Narrativ representa un ejemplo de cómo la inteligencia artificial puede utilizarse de manera ética, poniendo el control y la compensación en manos de los artistas.
Por su parte, Ben Gottdiener, cofundador de Narrativ, describió el uso de la IA para replicar voces de artistas como una herramienta valiosa para los profesionales del marketing. Según Gottdiener, esta tecnología permite a los anunciantes entregar mensajes personalizados con una voz que resuene con la audiencia adecuada, en el lugar y momento precisos.
Según la información de la Folha de São Paulo, el acuerdo entre SAG-AFTRA y Narrativ es pionero en su tipo, y podría sentar un precedente en la industria del entretenimiento y la publicidad. La negociación no solo asegura la protección de los derechos de los actores, sino que también establece un marco para el uso responsable de la inteligencia artificial, un tema que cobra relevancia en un mundo cada vez más digitalizado.
Este acuerdo marca un avance importante para los actores en la era digital, garantizando que sus voces no sean utilizadas sin su autorización y que reciban una compensación justa por su trabajo. Además, refleja una creciente preocupación en la industria por la ética en el uso de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, que está transformando la manera en que se producen y consumen contenidos.