En mayo de 2024, al menos 200 empleados de Google DeepMind, la división de investigación y desarrollo en inteligencia artificial de la compañía, expresaron su descontento con los contratos de defensa que Google ha firmado, según informó la revista Time. Estos trabajadores firmaron una carta, fechada el 16 de mayo, en la que instan a la empresa a poner fin a sus acuerdos con organizaciones militares, destacando que el uso de la tecnología de IA de Google con fines bélicos compromete los principios éticos de la compañía.
Preocupaciones sobre el uso militar de la IA
La carta expresa que las inquietudes de los empleados no están vinculadas a la geopolítica de un conflicto en particular, sino a la implicación de Google en el suministro de servicios de inteligencia artificial y computación en la nube al ejército israelí, un acuerdo conocido como Proyecto Nimbus. Los firmantes citan informes que indican que el ejército israelí emplea esta tecnología para la vigilancia masiva y la selección de objetivos en Gaza. Además, mencionan que las empresas de armamento israelíes, obligadas por el gobierno, deben adquirir servicios en la nube de Google y Amazon.
El documento también subraya las tensiones existentes entre Google y DeepMind, reflejadas en un choque cultural dentro de la organización. Mientras que Google, a través de su negocio en la nube, vende servicios de IA a militares, DeepMind fue adquirida por la compañía en 2014 con la promesa de que su tecnología no sería utilizada para fines militares ni de vigilancia. Este compromiso, reafirmado en 2018, ahora parece estar en riesgo debido a los contratos en cuestión.
Compromiso ético en entredicho
La carta de los empleados de DeepMind destaca que cualquier participación en la fabricación de armas o en operaciones militares pone en peligro la reputación de Google como líder en IA ética y responsable, y contraviene su misión y los principios de inteligencia artificial establecidos por la compañía. Los trabajadores pidieron a la dirección que investigue los informes sobre el uso de los servicios en la nube de Google por parte de militares y fabricantes de armas, que corte el acceso militar a la tecnología de DeepMind y que establezca un nuevo organismo de gobernanza para prevenir el uso futuro de la IA con fines militares.
A pesar de la creciente preocupación entre los empleados, Google no ha emitido una respuesta significativa. Este silencio alimenta las tensiones dentro de la empresa, donde una parte del personal ve con inquietud la dirección que están tomando los contratos y acuerdos con fines militares, mientras que otros sectores de la empresa continúan avanzando en esas colaboraciones.